La Copa Inglesa de 1985 la ganó el Norwich City imponiéndose en la gran final de Wembley al Sunderland. La victoria de los de Norwich fue por la mínima, 1-0, gracias a un gol en propia puerta de Chisholm, y a un penalti que en la segunda parte desperdiciaría Clive Walker por parte del Sunderland. Esta fue la primera y única vez en la que los dos finalistas de la Copa Inglesa descenderían a la segunda categoría en la historia. De la misma forma cabe resaltar que el Norwich no disputaría competición europea alguna la siguiente temporada debido a la sanción impuesta por la UEFA a todos los equipos ingleses debido a los incidentes acaecidos en la llamada Tragedia de Heysel.
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